“TURIA” RINDE HOMENAJE A JAVIER TOMEO
FUE UN ESCRITOR
ORIGINAL, VALIOSO E INCLASIFICABLE
DENTRO DE LAS
LETRAS ESPAÑOLAS
CARME RIERA
PRESENTARÁ LA REVISTA EN HUESCA EL 18 DE JUNIO
El escritor Javier
Tomeo será el
principal protagonista del nuevo número de la revista cultural
TURIA, que se distribuye este mes de junio. Un homenaje colectivo
que, a través de textos inéditos, le rinden un total de 20 autores
y estudiosos y que permite conocer a fondo a un autor original,
valioso e inclasificable dentro de las letras españolas. Cuando
apenas han transcurrido seis años de su muerte, quien fuera
considerado por muchos como una suerte de Kafka aragonés, es objeto
de análisis y reivindicación por haber sido capaz de elaborar una
obra sin duda asombrosa y diferente y que gozó también de éxito
notable no sólo en España sino, especialmente, en Francia y
Alemania.
TURIA
pretende descubrir a los lectores de hoy el interés del universo
literario de Javier Tomeo. Y es que, según declara su editor Jorge
Herralde en la revista; “Sólo un alien como él pudo escribir
inolvidables obras maestras”. Fue Tomeo autor de una obra narrativa
atractiva y extensa, construida al margen de las modas. Una labor
creativa rendida siempre a la extrañeza y al absurdo, a lo
disparatado y deslumbrante, a lo monstruoso y anormal. No en vano,
uno de sus más celebrados títulos fue Amado
monstruo,
que obtuvo una clara repercusión internacional.
Las casi 150
páginas que TURIA dedica a Javier Tomeo puede decirse que
constituyen una completa aproximación a una obra y a una trayectoria
vital que sigue mereciendo la pena. Buena prueba de ello es que,
entre los autores que participan en este monográfico de la revista,
hay varios especialistas procedentes de otros países así como tres
autores de sendas tesis doctorales sobre Tomeo.
El
nuevo número de TURIA será presentado en Huesca, en el salón de
actos de la Diputación Provincial, el próximo día 18 de junio. La
tarea corresponderá a Carme Riera, escritora, académica de la RAE y
actual presidenta de CEDRO. Conviene destacar que
la Diputación de Huesca ha apoyado económicamente esta iniciativa
cultural y la ha hecho viable
UN CORREDOR
DE FONDO NADA CONVENCIONAL
El
monografico de TURIA sobre Javier Tomeo (Quicena, Huesca, 1932 –
Barcelona, 2013) ha sido coordinado por el escritor y crítico Ramón
Acín, autor de una tesis doctoral sobre su obra y uno de los
estudiosos que mejor la conocen. En su artículo introductorio
subraya la condición de Tomeo como corredor de fondo de la
literatura española contemporánea y subraya que su mundo literario
es el de un autor “outsider, marginal, extraño, raro, insólito o
inclasificable”.
Fue Tomeo, escribe
Acín en TURIA, “un
autor que siempre resulta gustoso y denso, sugerente e
intranquilizador, divertido y trágico... La extrañeza, lo
raro, la anormalidad, la diferencia, lo
marginal y demás aspectos practicados por él, en cohabitación con
varios elementos más, permiten sobrepasar las tranquilas aguas de
una lectura de superficie, apacible e, incluso, hasta risueña. Sin
duda, por todo ello, el monstruo
Tomeo ha saltado latitudes, idiomas y culturas. Y sus novelitas,
cuentos y estampas breves se tornaron universales, además de servir
a la vez como textos teatrales”.
Según Ramón Acín,
todas las obras del escritor aragonés ahora homenajeado por TURIA,
“permiten ese caminar a lomos de una lectura fácil por la
espontaneidad y comodidad epidérmicas de la anécdota que las
sustenta y, por tanto, fascinan por su extrañeza y por su alud
continuo de sorpresas”.
Pero abordarlas así,
asegura en su artículo, “supone quedarse sólo en la corteza,
realizar una somera navegación de cabotaje o superficial y, en
consecuencia, desechando los sabrosas borrascas de alta mar que
contienen”. Por tanto, es clave para entender a Tomeo tener en
cuenta cuestiones como: “la importancia del absurdo y la
inclinación al esperpento que descoyuntan la realidad convencional;
la función de los espacios cerrados por donde vagan unos personajes
atrapados en unas circunstancias apenas visibles y asibles y, sin
embargo, sentidas como posibles y reales”
Además, siempre
deberemos considerar otros elementos como “la soledad y la
incomunicación que ahoga a esos personajes y a sus espacios; el
constante delirio de los diálogos o de los monólogos mediante los
que esos mismos personajes se expresan; la agobiante presencia del
tiempo cronológico y, por supuesto, el tiempo vivido; el dramatismo
subyacente que se destila del encontronazo que conlleva cualquier
tipo de relación, preferentemente de dominio/sumisión...”. Todas
ellas son cuestiones esenciales para interpretar la ingente obra de
Tomeo y que justifican que deba valorarse adecuadamente la riqueza,
profundidad e interés de su universo literario.
EXTRAVAGANCIA Y
LUCIDEZ
Antón
Castro, en su artículo “El lugar de un escritor distinto y
solitario”, traza una certera mirada sobre su personalidad y su
trayectoria y concluye: Tomeo “ha
dejado su poso: su originalidad, su extravagancia, su lucidez, su
percepción caricaturesca del mundo, su conocimiento del alma humana
y sus paradojas, y ha puesto su prosa depurada al servicio de la
ficción y de sus fábulas morales”.
“La
literatura española
de los últimos años –anota Antón Castro en TURIA- no sería
fácil de entender sin las aportaciones del hombre que descansa a los
pies casi del castillo de Montearagón. Es probable que él, desde
allí, ponga en práctica los secretos del oficio:“Escribir es
abrir una ventana y ver el paisaje y contárselo a los que no están
asomados contigo”.
Además
de los ya citados, en el monográfico que la revista dedica a Tomeo,
escriben textos inéditos especialistas internacionales como la
hispanista radicada en Suiza Irene Andres-Suarez (“Teatricuentos y
microrrelatos de Javier Tomeo”) o la profesora francesa Sylviee
Fournié-Chaboche, autora de una tesis doctoral sobre el
autor aragonés. También ha dedicado
una tesis al libro “Amado monstruo” de Tomeo otro de los
colaboradores de esta entrega de TURIA: Francisco González García,
que estudia ahora su relación con el teatro.
Otros
artículos sobre la obra de Tomeo corren a cargo de: Ismael Grasa
(“Los contornos del monstruo”), Agustín Faro Forteza (“Tomeo y
el cine: un encuentro puntual”), Antonio Pérez Lasheras y María
Pérez Heredia (“Aragón en Tomeo, Tomeo y Aragón”), Fernando
Valls (“Monstruos y prodigios: imágenes de Javier Tomeo”),
Daniel Gascón (“Javier Tomeo: una grieta en la realidad”),
Mariano Gistaín (“La Cobertera de Quicena”) y Ángel Rodríguez
Abad (“Lúdico, lateral, lírico: Tomeo”).
Uno de los
testimonios más valiosos que aporta TURIA es el de su editor de
referencia, Jorge Herralde, que publicó en Anagrama buena parte de
los títulos elaborados por Tomeo y que asegura que “el
impacto de las dos primeras novelas (El
castillo de la carta cifrada y
Amado monstruo)
fue muy fuerte, quizá, aparte de su gran calidad, por la sorpresa
de un tipo de literatura que no tenía nada que ver con lo que se
hacía en España ni en ningún otro lugar. Ya tenía entonces un
club de fans que, aunque no muy numeroso, matarían por Javier
Tomeo”.
No
faltan artículos de quienes fueron otros de sus editores, como
Enrique Murillo (“Tomeo, raro entre los raros”) y Juan Casamayor
(“Editar a un clásico”). Y en el capítulo de testimonios no
pueden faltar los amigos de Tomeo como Javier Gurruchaga (“Tomeo y
yo fuimos napoleónicos por derecho propio”), Luis Alegre (“Planeta
Tomeo”) o Joan de Sagarra.
Por
último, TURIA reproduce un texto poco conocido de Tomeo, publicado
en 1972 en la revista “Camp de l’Arpa” (“El prelado acuático
y otras pequeñas historias”). Cierra el monográfico una
pormenorizada y útil biocronología elaborada por Pablo Pérez
Rubio.
TURIA
es una revista cultural española de difusión nacional e
internacional por suscripción. Con más de tres décadas de
trayectoria, actualmente tiene una edición en papel y otra digital
(web y Facebook). Está publicada por el Instituto de Estudios
Turolenses de la Diputación de Teruel, con apoyo del Ayuntamiento de
Teruel y el Gobierno de Aragón. Este número ha contando también
con el respaldo de la Diputación de Huesca.
UN
FRAGMENTO DE LA ENTREVISTA INÉDITA A JORGE HERRALDE
SOBRE
JAVIER TOMEO
La revista TURIA
publica una amplia y reveladora entrevista inédita con Jorge
Herralde, fundador de la editorial Anagrama y que es el responsable
de haber publicado gran parte de su obra. De esa conversación,
mantenida con el periodista Francisco Luis del Pino Olmedo,
adelantamos hoy un fragmento en que nos cuenta cómo conoció a Tomeo
y los orígenes del escritor.
JORGE HERRALDE: “SÓLO
UN ALIEN COMO ÉL PUDO ESCRIBIR
INOLVIDABLES OBRAS
MAESTRAS”
Jorge Herralde
(Barcelona, 1935) fundador de
Anagrama, editorial que
cumple cincuenta años del mejor servicio al
mundo del libro y los lectores, no solo publicó dieciocho novelas de
Javier Tomeo Estallo (Quincena, Huesca, 1932- Barcelona, 2013), fue
igualmente amigo del escritor oscense afincado en Barcelona. Su
mirada del personaje le atraviesa hasta llegar al individuo, con
profundidad serena, y un rastro de afecto perfectamente reconocible.
- Usted conoció a
Javier Tomeo antes de convertirse en escritor de una manera un tanto
accidental. ¿Cómo fue ese encuentro?
- Conocí a Tomeo
antes de ser editor, y casi antes de que fuera él escritor; fue
circunstancial, a causa de un amigo común y muy divertido, que me
invitó a una tertulia en la Granja Royal, sita en la calle Pelayo.
Allí, en un amplio salón se reunían entre once y doce de la mañana
una treintena de personas de variopinto pelaje, desde escritores,
profesores, pintores, un flautista, oficinistas estrambóticos, a un
filósofo apasionado por Hegel y también por las filosofías
orientales, además de un número alto de astrólogos y similares.
Esporádicamente aparecían el poeta Cirlot y el escultor Aulestia
que practicaban un rechazo oblicuo, absentista, al sistema. Y entre
todos ellos estaba Javier Tomeo que entonces trabajaba en el gabinete
jurídico de la Hispano Olivetti. Yo, que estudiaba ingeniería en
aquel tiempo, me aficioné a ir allí, y estuve un par de años
frecuentándola.
- Parece una tertulia
muy del estilo de Javier Tomeo teniendo en cuenta que el esoterismo
le atraía.
- Algo de ese mundo
le fascinaba. Por la tarde y algunas noches, la tertulia continuaba
en un circuito de bares en las Ramblas y alrededores, al que Tomeo
llamaba el “polígono mágico”.
Cuando dejó Hispano
Olivetti entre los diferentes trabajos que ejerció fue el de
rellenar horóscopos –inventados naturalmente- para una astróloga
amiga que dirigía una revista de ese tipo. Y escribió con otro
contertulio de la Granja Royal, apodado “el Bruixot”, un libro
sobre la brujería y la superstición en Cataluña.
- Había ya publicado
algo en el tiempo que usted le conoció en esa curiosa tertulia?
- En aquella época
ya publicaba de cuando en cuando un cuento que firmaba con su nombre
y sus dos apellidos: Javier Tomeo Estallo, en el desaparecido diario
“El Noticiero Universal”, que llegó a ser el periódico
vespertino más influyente de Barcelona. Ya entonces apuntaba que era
(o se convertiría) en un escritor autodidacta que, más bien lo que
leía eran cosas medio esotéricas, pero no novelas –confesado por
él mismo-, porque si la novela era mala, para qué perder el tiempo,
y si era buena, le daba rabia no haberla escrito él. ¡¡Era
tremendo!!
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