lunes, 17 de julio de 2017

RECORDARÁN TU NOMBRE, de LORENZO SILVA

Ante Recordarán tu nombre, de Lorenzo Silva quiero ser contundente desde el inicio, porque es un libro pertinente, valiente, documentado, necesario, obligado y, además de grato, entre otras cosas explicativo de nuestro reciente pasado como nación. Es cierto que tanto adjetivo puede sonar a salvas y a quincalla; esas que suelen aparecer, muchas veces de forma desmesurada, cuando un libro se pone de largo en sociedad. Pero no es el caso y me reafirmo en lo dicho. Por muchas cosas. Enumero sólo algunas.


Una (primordial): Es un libro que está pensado y escrito para buscar la verdad, sabiendo de la dificultad que conlleva discernir de forma correcta la problemática explorada; especialmente teniendo en cuenta las limitaciones y los prejuicios que acompañan a los españoles que se acercan a la variada problemática que conlleva abordar la época de la República y la posterior guerra civil, ambas muy falseadas, sesgadas y hasta ocultadas. Está pensado también para mostrar que lo que importa en él “es el hecho del fracaso del golpe, y su transformación en una guerra por muchas razones desigual, en la que se enfrentan una y otra vez, como se ve, quienes habían estado luchando juntos en Marruecos, pero desde circunstancias muy diferentes” (p. 369). Dos búsquedas como mínimo que, en la novela (¿novela? Sólo), están llevadas a cabo con tino por Lorenzo Silva y que dan frutos abundantes, como podrá comprobar todo aquel que aproveche en la lectura de Recirdarán tu nombre.

Un gran logro, pues, hablar del “derribo de la República que era fruto de la voluntad popular” (p.48) sin caer en la bandería de unos u otros y que tanto aflora cuando el corazón y las tripas se anteponen al estudio y el destilamiento reflexivo de éste.

Cito algunos elementos aportados más que son concluyentes. En concreto a citas claves como ésta: “...de los veinticuatro generales de división en activo y con mando el 1 de julio de 1936, tan sólo se sublevaron cuatro (Goded, Franco, Cabanellas y Quiepo de Llano); los otros permanecieron fieles al gobierno” (p.289). Una cita que deja en muy mal lugar a la historia oficial que siempre se ha vendido y que habla de casi todo el mundo en armas. Otra similar: “De los 35.000 guardia civiles de 1936, unos quince mil se unieron a la rebelión el resto, la mayoría, defendieron la legalidad republicana” (p. 387).

Dos: Es también un libro que recupera olvidos y hace justicia con gentes, como el caso del general Aranguren de la Guardia Civil, quien antepuso principios, juramento de lealtad y el deber debido frente a los cantos de sirena lanzados por amigos y compañeros de armas sublevados y que, al final de la contienda, acabaron con su vida y con su espléndida trayectoria personal en la milicia, sumiendo ambas en el olvido y negando para la posteridad el nombre y el recuerdo de su paso por la vida.

A Aranguren, como apunta Silva al final del libro/novela (p. 475) no lo recuerda ni el cuerpo al que perteneció y sirvió (la Guardia Civil), ni la ciudad de Barcelona en la vivió tomando una decisión transcendental; ni el país ni el gobiernos (Generalitat, República) a los que defendió legalmente, ni tampoco a ciudad en la que nació, creció y vivió... Dar fe, por escrito, con total documentación y análisis preciso de unos hombres, unas circunstancias y unos hechos, siendo además equidistante, no es tarea fácil. Una tarea en que la Lorenzo Silva también demuestra pulso e inteligencia al escudriñar en profundidad cualquier aspecto y más aquellos que pudieran dar lugar al embarazo, la duda o la falta de verdad. Una tarea por supuesto necesaria y que no es fácil abordar, pero está sustentada en un principio claro: “contar historias es reunir justamente esto: encontrar la conexión que logra reunir a los seres humanos más allá del tiempo y del espacio”(p. 467).


Tres: Es un libro (y van tres veces que no lo califico como novela) que atiende a varios frentes (historia, biografía, documento, confesión oral, entrevista, investigación/ensayo, viaje y, entre otros posibles, literatura, tal como sucede, por ejemplo, con las pertinentes citas de Ganivet y de su Ideario Español) y que, aun presentado como novela o ficción de la Historia, posee lo mejor de todos ellos. Y es un libro que, además, rompe de lleno con la caduca división de los géneros literarios. De nuevo, pericia y buen uso de la maquinaria narrativa.

Cuatro: Es un libro, ficción de la historia o novela que sin embargo sabe a realidad total, centrada en una época y en sus circunstancias envolventes. En concreto los primeros 39 años del siglo XX y, por tanto, con capacidad de responder a una Historia (digamos que novelada) donde se encierran, a su vez, varias historias parceladas. Desde la historia del ejército español y su campañas en el Marruecos colonial con sus casposas ansias de honores a costa de lo que sea -circunstancias muy explicativas del por qué el ataque y derribo a la República-, hasta la historia de unas trayectorias individuales como las de leal Aranguren y del sublevado Goded, ambos compañeros de armas y africanistas. También en su seno hay cabida para historias de venganzas entre militares. Y, entre medio, la historia de la Guardia Civil, de personajes claves de reciente pasado español, de familias y de hechos históricos que, sumados todos, dan fe y clarifican el mosaico de la reciente Historia de España.

Y da fe, también de manera sugerente, de como Franco acabó en Generalísimo, tras accidentes como los sufridos por Sanjurjo o Mola, el Director del golpe, ambos mediante en sendos aviones, o tras el fusilamiento de Goded en Barcelona, otro de sus obstáculos hacia el poder total. ¿El azar?

Y, por supuesto, aunque sin necesidad de ahondar en la llaga, de como España acabó en la “ paz de las celdas y los sepulcros”

Cinco: Es un libro que partiendo de la individualidad consigue explicar la colectividad en una época difícil, violenta y sin orden bajo el tronar de las armas. Una época que, además de confusa, interesada e, incluso, secuestrada según el afinidad de quien estudia o investiga con fines malsanos o partidistas, va en boca de muchos de manera superficial, cuando no tendenciosa.

Es muy relevante observar como se ejecuta el acercamiento al problema temático que se narra, abarcando un pasado amplio en lo temporal (guerra colonial de Marruecos, Dictadura de Primo de Rivera, advenimiento y triunfo de la República y Guerra Civil) que posibilita la explicación mediante ejemplos próximos, llenos de una individualidad, casi íntima, que, por comparación, permiten entender su significación colectiva. Lorenzo Silva es un maestro en utilizar la proximidad de sus bisabuelos, envueltos por las circunstancias de la preguerra y la guerra civil que, en el fondo, es lo que constituye el epicentro de Recordaran tu nombre. El perfil humano e individual como base aclaratoria del colectivo.

Seis: Es un libro documentado hasta la saciedad, sin que aflore, salvo cuando, expuesta de forma manifiesta, sirve para conformar parte de lo narrado. Es otro nuevo logro del autor: construir la historia narrativa sin que se vean hechuras, sin que desentonen los fragmentos compositivos y sin que nada afecte lo más mínimo al fin primordial del libro.

El valor narrativo inunda a la indagación y al análisis, que los hay a raudales. Y se lleva a cabo para cumplir con la función del libro como cuerpo de la memoria que se quiere transmitir, tanto si esta memoria proviene de la esfera íntima como si se destila del documento, la biografía o desde la propia Historia.

Se podría seguir enumerando aspectos trascendentes del libro como el canto al cuerpo de la Guardia Civil, con sus principios e Historia (lo cual en Silva es habitual, tanto en sus novelas de ficción pura -la saga de Bevilacqua y Chamorro- como en las obras que compaginan ficción e historia, viaje o investigación- pienso en Del Rif al Yebala, Viaje al sueño y pesadilla de Marruecos, La aventura histórica de la Guardia Civil ), Podría seguir, pero es tarea de lector. Un lector inteligente, participativo y reflexivo.

Acabo con una cita. Cerrando casi la novela (p. 456) se apunta la clave esencial del libro: Mostrar mostrar “la memoria serena y completa de la infamia” sufrida por Aranguren frente a “su olvido interesado y selectivo”. Porque eso es “lo que permite hacer justicia al pasado, al presente y al futuro”. Una cita que, por amplitud de tiro, convierte lo individual de Aranguren en metáfora de otros protagonistas, sucesos y, en definitiva, del país entero.

-Silva, Lorenzo. Recordarán tu nombre. Barcelona, Destino, 2017, 494 pp.



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