POR LABORDETA

CANTARÁS POR TODOS
Por Ramón Acín (me conocen/por este estrecho confín)

He puesto sobre mi mesa todas las banderas rotas, la cnt, la libertad, la lucha clandestina y la universidad. He puesto sobre la mesa mi infancia quieta en la inmensidad y la tristeza de muchos ojos de tanto mirar. He puesto sobre mi mesa cuando se agosta el campo y el cielo se hace sol. He puesto sobre mi mesa andalán, las tardes con tantos otros y con eloy y labordeta, allá por los setenta. También rostros y labios que soñaron la libertad y el rojo crepúsculo que incendiaba el horizonte y más allá. Y parte del gran naufragio que el viento se llevó, como un río abandonado en sus silencios: tristes meses, tristes años, los días que no volverán.
Apenas una vida y nada más.
Recuérdame que el cuerpo es frágil como la rama que, entre todos, habrá que levantar. Recuérdame que deje la puerta abierta, abra la ventana y limpie el aire, para arrastrar los recuerdos y arrancar de los muros los retratos muertos. Con tu voz, con mi voz, con la voz de los dos recuérdame que yo también me pregunte que hago hoy aquí. Para que a eso del mediodía y con el sol subido sepa que sí, que sí es cosa de seguir. Y ponga sobre mi mesa que, tal vez, ni tú, ni yo, ni el otro lo lleguemos a ver; pero que sí, que sí que hay que forzarlo para que pueda ser. Para que un día en plazas, en callejas, en paisajes sin fin, surgiendo la verdad, veamos una tierra que ponga libertad.

(Texto publicado en Canto a la libertad. Rolde)