"Una frase banal siempre es una amenaza. Es el equivalente de una historia escrita para un público que quiere conocer enseguida el final, que no le gusta que lo desorienten. Es imposible despojarla de su poder de sugestión, la banalidad es tan evocadora como la poesía. Sólo que la poesía abre nuevas asociaciones y la banalidad se encierra en el reconocimiento. Y todo acaba ahí".
(Caterina Bonvicini. El equilibrio de los tiburones)
jueves, 27 de agosto de 2009
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